lunes, 13 de marzo de 2017

EL GRUPO TYPI DEL AYUNTAMIENTO DE NAVIA COLABORA EN LOS ACTOS DE CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LA MUJER

El pasado día 8 de marzo el grupo de Teatro y Participación Infantil del Ayuntamiento de Navia (TYPI), representó una de sus obras originales, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, en El Liceo.

Esta obra se desarrolló a través de tres sketches o pequeñas obras creadas por ellos y ellas mismas en relación a las desigualdades de género.


El primer sketch representa la cultura y la ética del cuidado, más propia de las mujeres que de los hombres, frente a la cultura de la competición y la agresividad (muchas veces violencia) más propia de los hombres que de las mujeres. En la historia, un niño tira a un viejo al suelo en el parque. Una mamá y su hija lo ven y van a ayudar al viejecito. Lo llevan a una doctora y cuando están en la consulta aparece el hijo de la médico, que resultó ser quien tiró al suelo al viejecito. En ese tenso e inesperado encuentro la doctora encuentra una solución: su hijo, que de mayor quiere ser médico, debe ayudarla a curar al señor. Éste, agradecido, invita al niño a ir a tomar un helado. 
El mensaje es claro: es mucho más saludable para todas y todos una cultura del cuidado y las atenciones entre las personas (hombres, mujeres) que la cultura de la violencia, la agresividad, la competición sin cuidado...

El segundo sketch es una parodia de programas televisivos típicos del corazón. Una glamurosa presentadora tiene en el plató a una anciana y su nieto. Entrevista a la mujer para ver cómo de dura durísima era la vida de una chica casada en el campo, cómo de mal la trataba su marido... En esa línea incisiva y morbosa de ese tipo de programas. La presentadora, dentro de esa línea, quiere dar a entender a la audiencia que ese machismo de antes ya no existe, que las cosas han cambiado para mejor, que la sociedad actual no es machista. Pero el nieto allí presente le desmonta su perspectiva y casi le desmonta el programa. Poco a poco el nieto va pidiendo cosas a la abuela, que esta hace por él (darle la merienda, limpiarlo, etc.). A la vez cuando la presentadora le pregunta si su nieto le ayuda en la casa, la abuela da a entender que no, aunque el espectador ya lo tiene claro por lo que ve que el chaval está haciendo...
El mensaje de esta historia: aunque las cosas han cambiado, las desigualdades entre hombres y mujeres a favor de los primeros y en contra de las segundas sigue existiendo, lo que pasa es que en gran medida no se ve, se asumen como normales esas desigualdades. Los llamados micromachismos o desigualdades cotidianas, están tan normalizados que parecen algo natural. Y no lo son. Los micromachismos constituyen un caldo de cultivo para los macromachismos y la violencia de género explícita que luego nos horroriza cuando sale en los medios de comunicación.

El tercer y último sketch muestra la vida en un hogar donde una mujer hace todas las tareas de la casa, cuida de sus dos hijas, del marido, trabaja... El marido, con un estilo machista muy marcado, exige la comida, la bebida, que le den la ropa, que se la guarden... todo. La hija mayor ha escuchado una charla en el colegio donde se habla del machismo, y de la importancia de la igualdad entre hombres y mujeres. Harta de la situación en su hogar decide contactar con la psicóloga que dio la charla y... como es una "psicóloga a domicilio" se planta en la casa ante el papá y la hija. La psicóloga a domicilio le va poniendo a este hombre unas gafas. Las primeras son las de color azul, y de pronto el hombre comienza a hacer el bruto (levantamiento de sillas como si fueran pesas). Cuando le quita las gafas su hija le pregunta cómo se ha sentido y él dice que como siempre, un hombre. Las segundas gafas que le pone son de color rosa, y el efecto inmediato es que el hombre se vuelve super-fino, y se pone a cotillear con la psicóloga. Cuando se las quita se siente muy extraño con la sensación que ha tenido. Las terceras y últimas gafas que le pone son las gafas violeta. En ese momento el hombre se afirma mucho pero a la vez es muy atento, muy amable, muy empático, muy relacional... Cuando se las quita reconoce que es ahi donde mejor se ha sentido. La hija le pide que entonces se mantenga siempre así en ese estilo relacional. Y así lo hace. Cuando ve a su mujer la trata como una igual a la que quiere mucho... y ahora sí, a la que quiere bien.

En esta historia se pretende mostrar que las desigualdades de género se dan de manera cotidiana y con mucha facilidad en el seno del hogar y la familia. Y que todo el mundo, en cualquier espacio y momento, debe de enfrentar y hacer lo posible por corregir dichas desigualdades, como hizo la niña de esta familia con la ayuda de la "psicóloga a domicilio". 

Unos textos del escritor uruguayo Eduardo Galeano, de su libro "Mujeres", se fueron leyendo al público entre sketch y sketch para completar esta propuesta teatral de sensibilización sobre la desigualdad entre hombres y mujeres, sus consecuencias, y lo valioso de la solución de este viejísimo problema social. 
































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